Hola chicos y chicas,
Nos estamos acercando al cabo Ferewel en Nueva Zelanda, nos encontramos en las antípodas de donde estáis vosotros. Y... no me lo puedo creer, no estoy soñando, ¡huele a vaca! Sí, sí, a vaca. Después de tantos días en el mar, es muy agradable, esta sensación de campo procedente del cabo Farewell me impregna mientras la respiro a pleno pulmón. Tierra, tierra, leche recién ordeñada y no esta leche en polvo. Hoy, cuando ha salido el sol, hemos vuelto a ver el mundo en verde; casi lo habíamos olvidado. El verde también es nuestro mundo, aunque nos guste el mar, nuestras raíces se hunden en la tierra. Es increíble.
El Virbac-Paprec 3 vuelve a su lugar de origen. Nuestro barco nació aquí, en Nueva Zelanda y por tanto ya ha hecho su primera vuelta al mundo. Sabe que no se puede quedar y que debe continuar hasta Barcelona, donde esperamos encontraros a todos vosotros.
Ahora nos encontramos en primera posición y esperemos que sea así hasta Barcelona. Hemos cruzado todo el Índico Sur y ahora, una vez cruzado el estrecho de Cook, aún nos queda el Pacífico, que de pacífico no tiene nada. Nos esperan vientos fuertes y olas grandes que nos han de llevar al peligroso cabo de Hornos. Pero no adelantemos acontecimientos, debemos que ir paso a paso, cruzar el estrecho de Cook y luego ir haciendo camino por el Pacífico.
Bueno chicos y chicas os enviamos un fuerte abrazo desde las antípodas.
Jean-Pierre Dick y Loïck Peyron
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