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© Miquel Barrau |
Ya hace unos días que hemos llegado al Índico,. De repente pasamos de un tiempo más o menos templado a un frío muy intenso causado por la entrada en la corriente circumpolar Antártica. Sin embargo, el hecho de que las puertas de seguridad estén tanto al norte no nos ha permitido entrar de lleno en los 40 rugientes, supongo que a medida que nos vayamos adentrando en el Índico la cosa cambiará.
Estamos navegando bajo un cielo estrellado. El viento es muy inestable en fuerza y dirección y hay que cambiar velas y el rumbo muy a menudo, esto es muy cansado.
Os queremos contar una anécdota. Hemos puesto al barco el nombre de Cochise (caudillo de los apaches chiricahua), ya que el barco fue construido en Italia en 2007 por Indiana Yachting, pero nosotros lógicamente buscábamos un nombre indio, y Cochise nos pareció la mejor idea para un barco con una vaca para logo y con un patrocinador que produce queso.
Por otro lado, deciros que estos días hemos hecho un poco de todo. La semana pasada se nos rompió el spinnaker a causa del viento y una maniobra un poco complicada, así que tuvimos que volver a cambiar la vela y después de secarla un poco montamos nuestro taller de costura. Pasamos muchas horas pero al final la vela ha quedado casi como nueva y ya la podemos volver a usar.
La fauna de esta zona es increíble, hemos visto ballenas, peces luna, delfines y ahora no paramos de ver los fantásticos albatros, aves que planean horas y horas sobre las olas con los más de 2 metros de envergadura. Esto sí que es libertad.
Mientras esperamos que el océano Índico coopere y nos deje atravesarlo fácilmente, los dos cowboys rojos estamos en plena forma y disfrutando del reto.
Kito de Pavant y Sébastien Audigane
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